El juego del póker cambió el mundo
Hace tiempo que el póquer ha pasado de ser un simple juego de cartas a un deporte para espectadores. Tiene sus propios campeones, aficionados, patrocinadores y los mayores torneos atraen a los mejores jugadores, que quieren competir por el premio mayor. ¿Cuál es la razón de la popularidad del póquer? El hecho es que las emociones de los juegos de azar han sido conocidas por la gente desde la antigüedad. También fue entonces cuando comenzó la historia del póker. Aunque el aspecto moderno del juego lo adquirió hace relativamente poco tiempo.
De hecho, es bastante difícil decir exactamente cuándo nació el póquer. Los científicos sólo hacen conjeturas y comparan el juego moderno con entretenimientos similares existentes hace muchos años. Se cree que el póquer surgió en China en el siglo X. Sin embargo, existen teorías sobre los antiguos orígenes egipcios y persas del juego de cartas.
Además, algunos han nombrado a Francia, Alemania e incluso Irlanda como la cuna del póker. Estas conclusiones se basan únicamente en el hecho de que todos estos países tenían juegos con nombres relativamente similares.
Por lo tanto, es imposible garantizar el origen del póquer. Al fin y al cabo, sus reglas han cambiado constantemente y es casi imposible saber cómo era hace unos cientos de años. Esto se convierte en el principal problema a la hora de determinar el hogar del juego.
Los tiempos de la fiebre del oro
El póquer con reglas modernas se originó en el siglo XVIII en Estados Unidos. Sin embargo, no había requisitos específicos en ese momento. A menudo se jugaban 20 cartas si no había suficientes participantes. Cuando comenzó la fiebre del oro en Estados Unidos, el póquer se convirtió en un pasatiempo importante. Un poco más tarde, se utilizó una baraja de 52 cartas y se introdujo una nueva combinación, el flush.
En general, las guerras contribuyeron de manera significativa al desarrollo del póquer. En primer lugar, los colonos llevaron los fundamentos del juego al nuevo continente. Luego, durante la Primera Guerra Mundial, los estadounidenses introdujeron a los europeos en sus reglas de póquer. En aquella época había varias variedades del juego. Sin embargo, el ahora famoso Hold’em no se popularizó hasta la década de 1950.
El nacimiento de las Series Mundiales
Y los cambios más interesantes comenzaron en los años 70. Fue entonces cuando se introdujo el primer ratón de ordenador, el primer microprocesador y se organizó el mayor torneo de póquer que se conoció como la Serie Mundial de Póquer.
Las Series Mundiales se convirtieron en el torneo más popular, atrayendo a todos los grandes jugadores cada año. Fue en este campeonato donde se hicieron famosos muchos jugadores de póquer, cuyos nombres son conocidos por todos los aficionados al póquer. Todo esto llevó a un rápido desarrollo y popularización del juego. Se publicaron los primeros libros que describían las estrategias del póquer y el juego pasó a formar parte de la cultura moderna.
Una sucesión de fracasos
Pero no hay que dar por sentado que toda la historia del desarrollo del póquer ha sido sin incidentes. Ha habido muchos problemas y el primer golpe serio llegó en 2006. Fue entonces cuando entró en vigor un nuevo proyecto de ley sobre el juego. Por ello, Party Poker, el líder del sector, se vio obligado a retirarse del mercado estadounidense. Sin embargo, fue sustituido por otros jugadores, Full Tilt Poker y PokerStars.
Pasaron cinco años y se dio el siguiente golpe. Esta vez le tocó a Full Tilt Poker y a PokerStars cerrar. Esto se debió a las acusaciones de fraude. Como resultado, los jugadores perdieron grandes cantidades de dinero.
Después, la popularidad del póquer disminuyó. Jugar en locales terrestres en Estados Unidos ya no atraía a tantos jugadores. También en Asia las autoridades se han vuelto más estrictas con esta forma de juego. Pero en África y otros países, el póquer experimentó un renacimiento. Aquí su popularidad ha empezado a cobrar un impulso espectacular. Y es seguro que en estas regiones aparecerán nuevos torneos y jugadores famosos.